El pasado 10 de octubre, la banda navarra Skalariak puso fin a una etapa de diez años y más de 600 actuaciones con un concierto en Barcelona, que ahora aparece publicado con el nombre de "Ska-Republik Concert" y que incluye dos CDs y un DVD con el recital íntegro. En esta década de vida, los pamplonicas se han hecho un hombre en mundo del ska en todo el mundo, ya que arrastran masas tanto en Europa como en Latinoamérica. Javier Etxeberria (guitarra) y Luisillo Kalandraka (bajo) estuvieron en la presentación del disco en Bilbao y afirmaron que «ahora llega el momento del descanso y de plantearse cómo afrontar el futuro».
-¿Se pueden resumir diez años de historia en un disco?
-Creo que sí, porque es un repaso a toda nuestra trayectoria, ya que incluye dos CDs, un DVD del concierto, y un documental resume nuestra trayectoria y nuestra filosofía.
-Y tenía que ser un directo, donde Skalariak saca lo mejor de su esencia.
-Donde somos fuertes es arriba, en el escenario. Nuestra música es muy comunicativa y de que la gente entre a bailar con contigo, y eso en un disco de estudio es imposible de reflejar. Es como ver un partido de fútbol por la tele; se ve mejor pero no estás allí. Además, llega un momento en la vida de una banda en el que mola hacer un directo, y hacerlo sólo de un concierto para reflejar lo que verdaderamente da la banda en el escenario. Este concierto tenía cosas especiales porque es un homenaje a toda esa gente que nos ha seguido durante estos años.
-¿Qué balance hacen de esta etapa?
-Super positivo. Hemos conseguido hacer lo que siempre habíamos querido, tocar por todo el Estado, por Europa y Latinoamérica, y hemos conocido gente estupenda en todas partes.
-Pamplona se parece bien poco a Jamaica. ¿Cómo surge allí una banda de ska?
-No se parece en nada. Pamplona es heavy metal. Hemos conseguido más repercusión fuera de nuestro entorno. En Cataluña es donde más bandas de ska existen, y en nuestros inicios aquí estábamos Betagarri y nosotros haciendo música jamaicana, y empezamos como todos, tocando en bares y gaztetxes. La banda surgió por la necesidad de escuchar y hacer música ska, porque la escena ska era y es bastante limitada, aunque la gente lo acepta mejor que antes.
-¿Han logrado mantenerse fieles al estilo ska?
-Nuestro planteamiento ha sido tocar todos los palos del ska, no hacer ska "kalimotxero" ni ska puro, que puede llegar a aburrir en un concierto. Y eso que montar una banda de ska es más difícil porque no basta con guitarra, bajo y batería; necesitas teclados y una sección de metales, con lo que ello supone de juntar a ocho locos que se lleven bien y no acaben a palos.
-¿Es Skalariak más que un banda de música?
-Nos comemos un poquito la olla para tratar de ir un poco más allá. Juantxu, vocalista y autor de las letras, es el que le da más vueltas al coco, y el que trata de llevar un poco más allá las temáticas que tratamos en nuestras canciones, que hablan de problemática social, aquí o en cualquier parte del mundo, pero también hablan de fiesta. Porque estamos jodidos y sabemos que las cosas están mal, pero por ello no vamos a dejar de bailar y divertirnos.
-Han tocado por Europa con mucho éxito.
-Nos lo hemos ganado kilómetro a kilómetro. Hemos ido con la furgoneta a casas okupadas una gira tras otra. Un año tocábamos en garitos de cien personas, otro de 500, hasta poder tocar en festivales de 10.000. Así hemos tocado en Suiza, Francia, Alemania, Eslovaquia, República Checa.
-Y han cruzado el charco para tocar en México.
-Internet ha sido muy importante en este aspecto porque te da una cobertura mundial, porque allí no se han editado nuestros discos, y cuando llegamos, reunimos a 8.000 personas en un concierto y todo el mundo se sabía nuestras canciones. Allí hay mucho interés por lo que pasa aquí y es un público genial, muy inquieto y super pasional y que llevan el rollo que se llevaba aquí en los años ochenta.
-¿Cómo ven la situación actual de la música ska?
-Como siempre, no hay más de lo que había. A la gente le gusta el ska porque acude a los conciertos y se ve que disfruta, pero cuando hacen bandas, se decantan por el heavy metal.
-Con este trabajo finaliza una etapa de Skalariak Y ahora, ¿qué?
-Ahora, descansar. Es el momento de parar como mínimo dos años. Es un parón, no una despedida. Dentro de un par de años nos plantearemos qué hacer.
